Para comenzar esta entrada explicamos, de una manera general, en qué consiste la diabetes.
Nuestro páncreas es el encargado de producir la insulina, por medio de las células de Langerhams, sustancia encargada de sintetizar proteínas y grasas. Pero si nuestro metabolismo es anómalo no produce esta sustancia, o la produce en muy pequeña cantidad, lo que provoca que nuestro organismo no absorba la glucosa.
Para que los pacientes puedan llevar una vida normal, dentro de lo que cabe, lo habitual es la inyección de insulina en el riego sanguíneo.
Para paliar esta enfermedad se inyecta en los pacientes enfermos islotes de células de Langerhams en la vena porta del paciente, que une el hígado con el intestino, donados por un paciente ya fallecido. Este tratamiento se acompaña de inmunodepresores y al realizarlo se eliminan las inyecciones de insulina.
En la actualidad la diabetes es una de las principales enfermedades que hostigan a nuestra sociedad. Pero aunque existen una gran variedad dentro de esta enfermedad, la mayoría de los casos se dan por la obesidad, en general provocada por una mala alimentación y una vida sedentaria. El número de este tipo de diabetes aumenta considerablemente cada año, sobre todo en países desarrollados donde la mala alimentación se hace notar. Este tipo de diabetes, provocada por la obesidad, es la diabetes de tipo 2.
Asia junto con Australia llevan la delantera en este tipo de diabetes con 82 millones de enfermos en el año 2000, seguida por América y Europa con 33 millones de enfermos, aunque en América la gran mayoría se encuentra en el norte de este continente. Después encontramos a Oriente medio con 15,2 millones y finalmente África con 7 millones de enfermos.
Las previsiones de enfermos por esta causa para 2030 no pintan de manera positiva. La zona de Oceanía seguiría a la cabeza con 190,5 millones de enfermos, seguido por América con 66,8 millones. Después encontramos a Europa con 48 millones y no muy lejos Oriente medio que crecerá considerablemente hasta alcanzar los 42 millones. Nuevamente África se encontraría en último lugar con 18,2 millones de enfermos.
Por supuesto esta enfermedad causa cientos de miles de muertes. En el año 2000 se registraron 977 mil muertes en Oceanía, seguida por Europa y América con alrededor de 240 mil muertes. África se sitúa con 204 mil muertes y en último lugar queda Oriente Medio con 146 mil muertos en el año 2000. Para el año 2030 en número de muertes en los continentes casi se duplica.
Una vida sana, buena alimentación y práctica habitual de deporte, puede ayudarnos a evitar este tipo de enfermedad y muchas otras. Contribuyamos a mejorar nuestra propia salud.